viernes, 11 de septiembre de 2015

¿ Los gestores de los Recursos Humanos son una unidad de control o de apoyo?

(la Foto fue tomada en una cafeteria donde los empleados colocan sus reflexiones...)

Hace unos días un amigo me comento, que la persona encargada de Recursos Humanos, de la empresa donde él trabaja, unas de sus funciones es preguntarle a cada jefe, que está haciendo sus empleados y es quién a la hora de enviar algún empleado a formación, es el primer en colocar “peros”. Esto me recuerda a la teoría de Frederick Taylor fue un ingeniero mecánico y economista estadounidense, promotor de la organización científica del trabajo y es considerado el padre de la Administración Científica. En su Teoría existe algunos principios que voy a reseñar tales como: 1) Estudiar el trabajo de los operarios, cronometrar cada movimiento, con el objetivo de perfeccionar su ejecución. 2) Estudiar cada trabajo antes de fijar el modo como deberá ser ejecutado. 3) Dar a los trabajadores instrucciones técnicas sobre el modo de trabajar. 4) Controlar la ejecución del trabajo, para mantenerlos en niveles deseados, perfeccionarlo, corregirlo y premiarlo.  Unas de las críticas que recibio es que le dio muy poco importancia al  elemento humano, se preocupó básicamente por las tareas (organización y ejecución) y a los factores directamente relacionados con el cargo y función del operario (tiempo y movimiento). Esta teoría se le conoce con el nombre de “teoría de la máquina” ya que concibe la organización como “una distribución rígida y estática de piezas”.

Este es el error de algunos departamentos de “recursos humanos”, se dedican solamente a “controlar” a los empleados como si fuesen maquinas estáticas, que deben cumplir con un número de ejecuciones al final del día, y lo más incongruente es que desean empleados comprometidos con la organización.  

Hace días vi una conferencia Barry Schwartz que hablaba precisamente de esto, él señala ¿Por qué trabajamos? ¿Qué nos impulsa cada mañana a trabajar? ¿Sólo por el pago? Muchos de nosotros buscamos un trabajo, que nos permita hacer lo que nos apasiona y además nos de libertad para crear nuevas ideas. Sin embargo, muchas organizaciones hacen lo que dice Adam Smith “las personas que trabajaban en las líneas de montaje, por lo general llega a ser tan estúpidas”; hay organizaciones que disminuyen las habilidades de sus trabajadores convirtiéndolas en una máquina, que dejan de pensar. Es hora de dejar de pensar en los trabajadores son como engranajes de una rueda

En la actualidad para poder incrementar el compromiso organizacional de los empleados, debe existir una política de “salario emocional” o establecer un contrato psicologico, que implica que la empresa se preocupe más por los empleados, deje de verlos como un recurso material más de la organización y empiece a tratarlos como lo que son, el talento humano, los gestores de la misma. A veces lo que motiva al empleado, no es un aumento de sueldo, sino la capacidad de libertad de crear y de desarrollarse dentro de la organización, el objetivo final es brindarle al trabajador una mejor calidad de vida. Con el fin de que pueda comprometerse con la organización y a su vez dar buenos resultados, porque es “feliz con lo que hace y donde esta”. Por otro lado, tener este tipo de políticas, permite retener el talento y ser visto como un posible empleador, para futuro talento que desees atraer.

El área de Recursos Humanos no es el controlador de entradas y salidas, es simplemente una unidad de negocio que apoya y gestiona el “talento humano” de la organización,  creando políticas que le permita retener, comprometer y sobre todo aumentar el desempeño. Pero esto se logra realizando un buen marketing interno y gestionando políticas,  donde los colaboradores sean los protagonistas.  Las Investigaciones dicen que las organizaciones que le dan espacios de libertad y les otorgan dignidad a sus trabajadores, son en realidad la más rentable. Además, los empleados que reciben, más apoyo de sus organizaciones tienden a percibirlas como un buen lugar, para trabajar.   "Así que deberían de existir lugares de trabajo más felices"...

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