lunes, 28 de abril de 2014

La resiliencia




"Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado".
Albert Einstein

El vocablo resiliencia tiene su origen en el idioma latín, en el termino resilio que significa volver atrás, volver de un salto, resaltar, rebotar.

Esta es un proceso de crecimiento, transformación y mejoría en el ser humano donde  maneja los acontecimientos y dificultades estresantes de tal forma que se levanta  más fuerte emocionalmente y exitoso. Para lograrlo utiliza sus fortalezas internas y  los recursos externos con que cuenta.

El término “resiliencia” se conoce más en el campo de las ciencias físicas y se refiere  a la capacidad que tienen los materiales de resistir a choques imprevistos sin  quebrarse, o a recobrar su forma original después de haber sido sometidos a altas  presiones.

Posteriormente se aplicó este término al campo de las ciencias sociales para referirse  a aquellas personas, que a pesar de enfrentarse a circunstancias desagradables o a  ambientes de alto riesgo, se desarrollan y se mantienen psicológicamente sanas y  exitosas (Ruthen 1993).

Esta no es propia de un puñado de personas; todos los individuos poseen la capacidad  para desarrollarla. La forma como se logra es un proceso individual que se manifiesta  de diferentes maneras, y que conlleva pensamientos, actitudes y conductas que pueden ser aprendidas y/o modificadas por cualquier persona. Para desarrollarla no existen fronteras de edad, cultura, religión, status económico, político o social. En todos los lugares del planeta existen seres humanos resilientes.

La resiliencia no es un estado inherente en el individuo sino la forma positiva y  saludable de enfrentarse a la vida y a sus circunstancias. Es un proceso de adaptación  que se desarrolla progresivamente con el tiempo. Las personas resilientes no son inmunes a experimentar sufrimiento y tristeza ante las dificultades y acontecimientos; no están exentas al dolor.

A lo largo de la historia aparecen ejemplos de individuos destacados que hicieron aportaciones significativas para la humanidad, quienes debieron enfrentar severas circunstancias adversas (desde Demóstenes hasta Rigoberta Menchú). Rigoberta Menchu poetisa quiché de Guatemala, Premio Nobel de la paz. Durante la guerra civil que asolo a su país, vio morir a su padre, a su madre y a sus hermanos, asesinados por la fuerzas de represión. Tuvo que huir a México para salvar la vida; así se transformo en una dirigente de los movimientos para los derechos humanos, reconocida a nivel mundial.

Los poemas escritos en quiché, su lengua materna, han sido traducidos a varios idiomas. Pese a los factores de riesgo y adversidades que marcaron su infancia y su adolescencia, Rigoberta logró superar dicha situación y aprovecharla para transformarse en un líder internacional como defensora de los derechos humanos y ganó el premio nobel de la paz.  

lunes, 21 de abril de 2014

El final de la vida



Lo que pensamos de la muerte sólo tiene importancia por lo que la muerte nos hace pensar de la vida. Charles de Gaulle


Quiero compartir con ustedes este tema, ya que en estos últimos años he tenido que exteriorizar el tema de la “muerte” sin ningún tipo de tabú, y he tenido que tratar este tema de manera abierto y con plena libertad. Sin embargo, para muchas personas escucharme comentar abiertamente que significa para mi la "muerte", les asombra, es por ello, que mi objetivo en este post es tratar de reflexionar sobre este tema y dejar mis aprendizajes de vida. Y ver este proceso como un fase normal de la vida... 

Hace unos días descubrí el filosofo Stephen Cave que señala  todos los seres vivos, tenemos un deseo de vivir, de proyectarnos hacia al futuro. Mucho de lo que hacemos –esto es parte de la civilización– es una expresión de este deseo de vivir: sembrar, construir refugios, desarrollar medicinas, etc. La gran mayoría de esas innovaciones materiales que conforman la civilización son básicamente tecnologías que extienden la vida, pero con nuestros grandes cerebros y nuestro impresionante intelecto, podemos mirar hacia el futuro y ver que la muerte va a llegar, que nuestro impulso para vivir un día va a ser derrotado. Debemos vivir con el conocimiento de que lo peor que nos puede pasar va un día a suceder –es inevitable–. Este es un prospecto terrorífico. Y para lidiar con este miedo hemos desarrollado estrategias para derrotar la muerte, más allá de alimentarnos y arroparnos. Por ejemplo, tenemos ideas tales como: que viviremos en otro mundo, una cultura que promete que podremos vivir a través de nuestro trabajo. Cada cultura en la historia humana ha tenido al menos una estrategia de inmortalidad que promete vida eterna a los virtuosos. En palabras sencillas: la civilización es lo que hemos creado para negar la realidad de la muerte. 

Soñar con la inmortalidad puede llevarnos a negar este mundo, aquí y ahora. Nos puede llevar a creer que tenemos tiempo ilimitado para perseguir nuestros sueños. Pero no es así: nuestro tiempo está contado. Solo cuando apreciamos esto podremos motivarnos a realmente sacar lo máximo de este tiempo precioso. Cuando apreciamos esto, estamos en más capacidad de enfrentar la muerte: porque es el hecho de la mortalidad lo que nos da la urgencia para vivir y el valor para atesorar el tiempo que nos queda. Como dice Epicureo: cuando llegue la muerte todos nos habremos ido. Todo lo que conoceremos es la vida y al aceptar que es limitada, aprenderemos a valorarla como un tesoro nuestro “ahora”.

Por otro lado, mi aprendizaje de este proceso normal en la vida, que es la “muerte”… es que la vida se asemeja a un libro, donde escribimos todos los acontecimientos de nuestra vida, por lo tanto, no debemos darle tanta importancia a la última página, sino centrarnos en vivir el “aquí y ahora” y de escribir los acontecimientos más relevante de nuestra vida. Siempre recuerdo una frase que me decía mi mami “siempre ofrece amor y comparte con los que están ahora contigo, porque después que se mueran… ellos no van saber nada de lo que le otorgaste después de su partida…” Por lo tanto, te invito a que vivas “el aquí y ahora”, aprovecha tu tiempo tan valioso en vivir tu vida a plenitud, porque inevitablemente todos los libros tienen un final… y es tu responsabilidad lo que este escrito en él.

Le dedico este post a mi mami, que a pesar de saber que somos seres mortales, me gustaría que estuviera por siempre conmigo, pero todo este proceso  me enseño a ser fuerte, a comprender la esencia de la vida, a mirar siempre hacia delante, me enseño que a pesar de cualquier enfermedad nunca se pierde la conciencia por el amor verdadero, y sobre todo me enseño que el amor de madre nunca muere se transforma en un amor infinito.

Les invito a ver el siguiente vídeo, que es una conferencia de Stephen Cave hablando de la  inmortalidad. 






lunes, 14 de abril de 2014

SABIDURIA PRÁCTICA



La pregunta que se hace cualquier profesional que trabaja con las personas, ¿Estoy haciendo lo correcto?, ¿Cuándo debo ser flexible?, ¿Las normas debe ser aplicadas a todas las personas, sin contemplar sus necesidades?

Según Barry Schwartz relaciona estas preguntas con  la sabiduría práctica, la define con la virtud moral de hacer lo correcto, y la habilidad moral, deducir qué significa “lo correcto”. Aristóteles estaba muy interesado en ver cómo trabajaban los artesanos a su alrededor. Y quedó impresionado por la forma en que improvisaban nuevas soluciones a nuevos problemas; problemas que no habían previsto. Un ejemplo que observa son los canteros que trabajaban en la isla de Lesbos, y tenían que medir columnas redondas. Bueno, si lo piensan, es muy difícil medir columnas redondas con una regla. Entonces, ¿qué hacen? Elaboraron una nueva solución al problema. Crearon una regla que se dobla lo que hoy llamaríamos una cinta métrica, una regla flexible, una regla que se dobla. Y Aristóteles dijo: ¡Ah!, se dieron cuenta que a veces para diseñar columnas redondas uno tiene que doblar la regla. Y Aristóteles dijo: a menudo al tratar con otras personas tenemos que doblar las reglas.

Tratar con otras personas exige un tipo de flexibilidad que ninguna regla puede contemplar. Las personas sabias saben cuándo y cómo doblar las reglas. Las personas sabias saben improvisar,  es como una especie de músico de jazz; las reglas son como las notas de la página con las que uno empieza pero luego uno baila en torno a las notas de la página, dando con la combinación justa para ese momento en particular, con esos compañeros músicos en particular. Así que para Aristóteles ese tipo de flexibilización, de excepción a la regla e improvisación que se observa en los artesanos consumados, es justo lo que se necesita para ser artesano de la habilidad moral. Y, en la interacción con la gente, casi siempre, se requiere este tipo de flexibilidad.

Una persona sabia sabe cuándo torcer las reglas. Una persona sabia sabe cuándo improvisar. Y, más importante, una persona sabia improvisa y hace la excepción a la regla al servicio de los objetivos correctos. Si se tuercen las reglas y se improvisa en beneficio propio estamos frente a una manipulación despiadada de otra gente. Por eso es importante poner estas prácticas sabias al servicio de los demás y no en beneficio propio. Y entonces la virtud de hacer lo correcto es tan importante como la habilidad moral para improvisar y hacer la excepción adecuada. Juntas constituyen la sabiduría práctica que Aristóteles pensaba era la virtud principal. 

Te invito a buscar un episodio de tu vida donde has utilizado la sabiduría práctica al servicio de los demás, y donde hayas obtenidos excelente resultados, por lo tanto pregunto ¿Las normas es todo lo existe, cuando se trabaja con las personas?


Tomado de la conferencia impartida por Barry Schwartz en TED.

martes, 8 de abril de 2014

Tomar decisiones



“No tenía miedo a las dificultades: lo que la asustaba era la obligación de tener que escoger un camino. Escoger un camino significaba abandonar otros.”  Paulo Coelho


Todos los días cuando nos levantamos, tomamos una serie de decisiones como por ejemplo, que ropa me pongo hoy, que voy a desayunar, etc, son decisiones que no requieren ser analizadas y ver las alternativas que tienes, sin embargo, hay otras que por su grado de importancia requiere análisis y hasta puede generar ansiedad, por tener miedo de equivocarse.

Todos los días nos encontramos tomando decisiones, como por ejemplo ¿Qué tipo de pantalones vaqueros me gusta más? Pierna estrecha, en forma recta,  etc., En caso de comprar un té verde, existen miles de sabores y marca, para seleccionar, además tienes más de 100 canales por cable, ¿Cuál debería ver esta noche?, y así un montón de decisiones que hacemos durante todo el día. Sin embargo, existen decisiones muy relevantes que requieren analizar cada una de las alternativas, como por ejemplo, ¿Qué carrera voy estudiar?, ¿Dónde voy estudiar o trabajar?.

Tomar  de decisiones es un proceso mediante el cual se realiza una elección entre las opciones o formas para resolver diferentes situaciones de la vida en diferentes contextos: a nivel laboralfamiliar y sentimental. La toma de decisiones consiste, básicamente, en elegir una opción entre las disponibles, a los efectos de resolver un problema actual o potencial. La toma de decisiones a nivel individual se caracteriza por el hecho de que una persona haga uso de su razonamiento y pensamiento para elegir una solución a un problema que se le presente en la vida; es decir, si una persona tiene un problema, deberá ser capaz de resolverlo individualmente tomando decisiones con ese específico motivo. En la toma de decisiones importa la elección de un camino a seguir, por lo que en un estado anterior deben evaluarse alternativas de acción.

La libertad de elección es de suma importancia, cuando tomamos una decisión de manera personal y no es impuesta por los demás o por el destino, trae consecuencias más positivas, tales como: disfrutar aquello que se eligió  y los efectos son más satisfactorios.  

Según Barry Schwartz en su libro “The paradox of choice” trata de dividir a las personas en:  maximizadoras y satisfactoras.  La diferencia entre los dos es su objetivo al hacer una elección. "Si usted busca y acepta sólo lo mejor, usted es maximizadora ", escribe Schwartz. " Las maximizadoras deben tener la seguridad de que cada compra o decisión fue la mejor (perfecta) que se podría hacer, y " las satisfactoras, por otra parte, elegirán algo, que es lo suficientemente bueno y no se preocupan por la posibilidad de que podría haber algo mejor"

La clave para experimentar más satisfacción personal, de acuerdo con Schwartz, es ser satisfactoras, esto no significa que usted tiene que sacrificar sus estándares, tiene que mantener sus criterios para tomar decisiones, pero es consciente de que nada es perfecto, consiste en buscar la opción que cumpla con sus estándares personales, al  encontrarlo se detiene.

Desde mi punto de vista, la mejor manera de tomar decisiones, es sabiendo ¿qué queremos? y ¿por qué lo estamos buscando?. Es importante saber, ¿cuáles son mis necesidades, mis intereses, mis preferencias?, así podremos elegir más correctamente una alternativa, para sentirnos satisfechos por la opción y evitar el arrepentimiento. Además, debemos estar consciente que ninguna opción es perfecta, lo relevante es sentirnos satisfechos con nosotros mismos.   

Les invito a ver el programa de redes  acerca de "Por qué más es menos" del psicólogo Barry Schwartz y trata de dar respuesta a las siguientes preguntas ¿Somos más libres por tener más donde elegir… o más bien nos ahogamos en el océano de posibilidades que tenemos a nuestro alcance?