jueves, 18 de octubre de 2012

LA ESPERANZA




Cuando piensas o dices la palabra "Esperanza" te viene a la mente la posibilidad, de tener lo que deseas aunque parezca difícil, pero eso no es suficiente para tener todo lo que deseas parece que  la esperanza es creer en ti mismo, esto me hace recordar una frase Khalil Gibran (1883-1931) Ensayista, novelista y poeta libanés que dice “Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes”. Así es la esperanza es creer que algo mejor vendrá de pues de la tormenta

Según Nietzche la esperanza es un estimulante vital muy superior a la suerte y de acuerdo con Séneca una esperanza reaviva otra. Y ambos tienen razón: la esperanza es un detonante para ponernos en marcha y enviarnos a trabajar con fuerza detrás de un ideal. En la práctica trabajamos, nos movemos y actuamos porque tenemos la esperanza de llegar a alguna parte, de lograr un objetivo, de alcanzar una meta o hacer realidad un sueño. 

LA NOCION DEL TIEMPO



Cuando somos niños, no poseemos noción  del tiempo, tendemos a percibir que los días pasan rápido y más cuando estás inverso en  una actividad que te gusta, como por ejemplo:  jugar con tus amigos, correr en el parque, en mi caso cuando estaba jugando con mis Barbie;  gracias a esa inocencia casi nunca, pensamos en el futuro y no nos hacemos pregunta como: ¿qué pasara si?; siempre estamos protegidos por nuestros padres, ya que ellos son los responsables de que todas nuestras necesidades estén cubiertas, es inevitable decir que “nos sentimos seguros”, no hay nada que nos preocupe, y a veces tendemos soñar despierto en la infinitas manera de dedicar nuestra vida,  muchos expresamos algunas de estas afirmaciones “cuando sea grande quiero ser bombero, policía, ser mi mamá y hasta marinero”, no tenemos noción de que es importante y que no,  esa es la niñez, una mágica etapa de la vida, donde los sueños son realidades y las experiencias nos hace fluir. 

Sin embargo, cuando comenzamos a tomar conciencia de nuestra responsabilidad de la vida, adoptamos conductas muy típicas de que estamos madurando, preguntarnos por el futuro, ¿Qué pasará?, ¿Cómo será el futuro?, ¿En qué trabajare?; ¿Tendré aptitudes para lo que estoy estudiando?, junto a esta cantidad de preguntas, existe una movilización de hormonas y de emociones que nos hacen vulnerable o rebeldes sin causa. Por otro lado, ya nuestros padres se convierten en algunas ocasiones en proveedores de recursos,  y disminuimos las muestras de cariños porque consideramos que es una conducta de niños, no obstante, nuestros padres siempre están allí para apoyarnos en nuestras decisiones y también en nuestras equivocaciones. Para algunos comienza una etapa de descubrimiento personal y de experiencias vividas, que luego son anécdotas para toda la vida. Una etapa como la universidad nunca se podrá repetir… Y  es inevitable allí algunos tomamos conciencia del tiempo y del futuro, y comenzamos a tener la creencia que para ser feliz necesitamos tiempo.

Estos dos ejemplos ilustran que el tiempo pasa de brisa como un abrir y cerrar de ojos,  por eso lo único seguro es el ahora, “es este momento”, ya lo que paso son anécdotas de la vida y el futuro ni siquiera existe... el ahora es lo único que puedes cambiar y a su vez generar aprendizaje, digo esto porque  en cuestión de horas, minuto todo puede ser diferente a lo que tenias, por eso aprovecha el tiempo que tienes ahora… para ser feliz y hacer feliz a lo que tienes a tu alrededor, así como cuando éramos niños que nos dejábamos llevar por el ahora…